No hace más que mirarme y el rubor aparece como arte de magia en mis pronunciados pómulos, siempre le he dicho que tiene la capacidad de interactuar con mi interior sin ni siquiera pronunciar una palabra, él todavía no cree que "yo soy" porque "él está".
Él verdaderamente me hace sentir distinta, pero distinta no queriendo decir enamorada, porque eso viene de regalo, él me hace sentir viva, como si fuera el motor que le da energía a mi integridad humana, me recuerda día a día lo que vine a ser a este mundo. Me hace sentir capaz de que puedo más de lo que no pienso, y pensar más de lo que no puedo. Me hace sentir locamente cuerda, odiosamente alegre, hasta mis instintos los desarrolló de una manera animalística. Puedo oler el gusto, puedo oír el tacto, puedo volar en el océano o nadar en el firmamento.
Puede que esté loca, pero él dice que esta bien, yo le creo porque ha hecho que dibuje corazones rojos, grandes y gordos. Él dice que eso es amor, yo le creo, porque él mismo lo inventó para mi.