Antes de Delirar...

Quisiera comentarte que mi locura me ha hecho escribir los textos mas variados que te puedas imaginar, son delirios sacados un poco de mi mente enferma y un poco de lo que veo, siento y escucho de esta sociedad desquiciada... Porque todos tenemos locuras y el mantenerlas en secreto no sirve de nada, si de todas maneras el mundo delira cada medio minuto.

Que disfrutes.

26 de junio de 2009

♥ Turrón de amor

Hoy te vi jugar con los angelitos en tu gran palacio hecho de algodón y caramelo, tu rostro pequeño reflejaba la alegría de tus sueños tan diminutamente mágicos. mientras yo acariciaba tus rizos color marrón cobrizo, tu corrías por senderos imaginados por tu propia pureza angelical, con tan poco de acá y tan lleno de allá, de ese lugar que acabas de llegar y que dentro de muy poco yo me iré a descansar. Mis manos se posan en tu pecho y ese latir rápido me produce cortocircuitos que hacen que cada palpito maximice el amor que siento por ti, me sorprende la capacidad que tiene este corazón para contener tantas sensaciones dulces que reaccionan con cada sonrisa que dibujas, con cada paso que tratas de dar, con cada gracia que gesticulas a cada segundo.

Puede parecer extraño, pero hoy dependo mas yo de ti que tu de mi, aunque tendría que ser exactamente lo contrario, pero eres la única personita que me hace sentir lo que realmente soy, lo que no soy y también lo que quiero ser o en lo que me quiero convertir, y en todas las facetas nombradas siempre he podido dibujarte una sonrisa en tu carita. No sabes cuanto depende mi día de esa sonrisa todas las mañanas, tu podrás encontrar muchas personas que puedan ser una doctora, una maestra, un mounstruo de cosquillas o simulador de sustos pero yo no podré encontrar en ningún rincón de la tierra una pequeña angelita que me produzca esta felicidad del porte de un galletón infinitamente inmenso como los de tus coloridos sueños. No siento que eres parte de mi, creo que yo soy parte de tus aventuras con flores parlantes y animales encantados, tu vestida de princesa y yo de hada velando tu paz y tus comarcas de chocolate.

Que maravilloso es tenerte aquí, estar contigo y poder ser protagonista de cada historia que día a día transformas a tu antojo con un poco de imaginacion y un poco de mi.

24 de junio de 2009

♥ Infancia


Siempre hay momentos de nuestra infancia que recordamos, pueden pasar muchos años y el recuerdo sigue estando allí como si para ellos no existiese tiempo ni mente frágil. Sin ser importantes los recordamos y los llevamos de la mano hasta el fin de nuestro respiro, sintiéndolos casi presentes, preguntándonos el porqué de recordarlos.
Uno de aquellos momentos de mi infancia que recuerdo como si fuera ayer, es el de haber estado una noche de madrugada en la cama de mis padres, mientras ellos dormían yo le acariciaba el cabello a mi madre y jugaba a la peluquera sigilosamente, imaginándome cada objeto que utilizaba para mis peinados, pasaban horas armando y desarmando los cabellos sedosos y largos de esa mujer linda. Nunca supe como es que terminaba mi juego y me dormía hasta volver a despertar por la mañana con los brazos tiernos de mi madre sobre mi cuerpecito de 4 años. Recuerdo que a mamá le encantaba esos masajes con mis deditos tan pequeños y frágiles y siempre, siempre se acostaba boca abajo para que mis ganas por jugar a la peluquera fueran mas grandes.
Cada vez que me preguntan por mi niñez, se me viene a la mente y sin pensarlo ese momento mágico, que sin tener mayor relevancia en mi vida me sigue llenando de felicidad, de tranquilidad y ternura, no sé cual es el motivo de acordarme de un momento tan poco recordable y no me esfuerzo en encontrarle sentido, porque los momentos que nos llenan el corazón muchas veces no tienen explicación, y para qué tenerlos si ya nos causan algo positivo en nuestra alma.
En momentos donde nuestra realidad es tan adulta, recordar que fuimos niños y vivimos momentos tan maravillosos vuelven la vida un poco mas amena, mas melodiosa, le dan ese color que muchas veces lo vemos de un negro ficticio.

19 de junio de 2009

♠ Inexistencia

Podría pasar mil horas boca arriba mirando el techo de mi dormitorio, pensando sin pensar, pintando sensaciones que se asemejen a nada. Tan solo descansar, dejar descansar este cuerpo que día a día me llena de sufrimiento, descansar los brazos, las piernas, mis ojos que ya no conocen el interior de mis párpados.

Quiero descansar mi alma, que en un momento pudiera liberarse de estas ataduras de carne y elevarse con el roce del aire tibio, ojala pudiera desplazarse hacia donde nunca he ido y que sin embargo recuerdo con anhelo, flotar, flotar como una nube que acaba de botar sus gotas ácidas de agua, liviana, cadenciosa.

Daría lo que fuera por un momento de inexistencia, tal vez podría volver a vivir con mas ganas, revitalizarme, porque a pesar de sentir felicidad y estar llena de alegría contagiosa, el corazón y el espíritu no son entes que se puedan engañar facilmente. El pensar desechar lo que duele en una vasija sin fondo es pensar que un vaso de vidrio nunca se quiebra, en algún momento la sucursal pasa la cuenta y muestra un vídeo recordando 56 momentos horrorosos, 345 palabras dolorosas y 89 decepciones, por nombrar algunas. Mientras corre el clip, trato de no caer y no darle importancia, pero es en vano. No hay plazo que no se cumpla, la hora de la verdad siempre llega y no me queda mas remedio que quedarme boca arriba mirando el techo de mi dormitorio, pensando en poder descansar, flotar, que se yo... Inexistir... por mil horas.