Podría pasar mil horas boca arriba mirando el techo de mi dormitorio, pensando sin pensar, pintando sensaciones que se asemejen a nada. Tan solo descansar, dejar descansar este cuerpo que día a día me llena de sufrimiento, descansar los brazos, las piernas, mis ojos que ya no conocen el interior de mis párpados.
Quiero descansar mi alma, que en un momento pudiera liberarse de estas ataduras de carne y elevarse con el roce del aire tibio, ojala pudiera desplazarse hacia donde nunca he ido y que sin embargo recuerdo con anhelo, flotar, flotar como una nube que acaba de botar sus gotas ácidas de agua, liviana, cadenciosa.
Daría lo que fuera por un momento de inexistencia, tal vez podría volver a vivir con mas ganas, revitalizarme, porque a pesar de sentir felicidad y estar llena de alegría contagiosa, el corazón y el espíritu no son entes que se puedan engañar facilmente. El pensar desechar lo que duele en una vasija sin fondo es pensar que un vaso de vidrio nunca se quiebra, en algún momento la sucursal pasa la cuenta y muestra un vídeo recordando 56 momentos horrorosos, 345 palabras dolorosas y 89 decepciones, por nombrar algunas. Mientras corre el clip, trato de no caer y no darle importancia, pero es en vano. No hay plazo que no se cumpla, la hora de la verdad siempre llega y no me queda mas remedio que quedarme boca arriba mirando el techo de mi dormitorio, pensando en poder descansar, flotar, que se yo... Inexistir... por mil horas.
te entiendo hay veses ke no kieres existir o ke todo vuelva aempesar lo malo es ke eso nunca pasara alo asi, pero lo bueno es ke esta dios contigo y los ke te kieren para apoyarte incondiccionalmente en todo
ResponderEliminarbesos te amoo