Me gusta escribir, soy aficionada evidentemente, pero me he dado cuenta que mis mejores escritos o la mejor inspiración es cuando siento malos sentimientos, cuando siento tristeza, angustia, rabia, odio, decepción... Pero cuando estoy feliz, cuando todo va bien en el día a día, no me acuerdo ni siquiera que tengo un blog. Es como que inconscientemente el alma quisiera liberarse de mugre a través de palabras y llenarse de momentos y sentimientos placenteros hasta el limite de no querer compartirlo con nadie.
No se si sea bueno o malo, pero tomando como base lo anterior dicho, se podria dilucidar que los mejores artistas, los mas famosos y talentosos lo han sido producto de sus trágicas y terribles vidas y existe evidencia de ello, ejemplos desde van gogh hasta michael jackson.
Es por eso que no deseo ser famosa, no espero que el mundo me reconozca, ni deseo codearme con la farándula, no los admiro tampoco, al contrario, lamento mucho sus vidas, me entristece mucho ver que por culpa de su gran talento aparentemente lo tienen todo pero estan vacíos por dentro.
Equilibrio, ese es el punto para alcanzar el bienestar y la felicidad.
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